Internet, como un mar inconmensurable y en constante crecimiento,
nos ofrece una variedad de información que muchas veces puede
parecernos abrumadora.
Esta sobrecarga informativa, como la llama Alvin
Toffler en Future
Shock (1970) se nos expresa como la dificultad para gestionar
frente a la abundancia de datos en la web.
Umberto Eco,
escritor y semiólogo italiano, se muestra crítico al hablar sobre
la sobreabundancia de información en internet. En una entrevista
realizada por la revista brasileña Época,
expresa: “Todo nace en internet sin jerarquía. La inmensa cantidad
de cosas que circula es peor que la falta de información. El exceso
de información, provoca amnesia. La información abusiva hace mal.
Cuando no nos acordamos lo que aprendemos, quedamos parecidos a los
animales.”
De esta forma, Eco, aconseja: “Sería necesario crear una teoría
del filtro, una disciplina práctica, basada en la experiencia
cotidiana con Internet. Es una sugerencia a las universidades,
elaborar una teoría para el filtro del conocimiento, conocer es
saber separar “
El escritor propone un abordaje académico a esta necesidad de
“aprender a seleccionar”.
Su preocupación sobre el carácter y la calidad de la información
contenida en internet no es nueva, como tampoco lo es una “teoría
de filtro” . La invención de internet significó indudablemente
una explosión de información y un verdadero reto para la selección
entre la buena y la mala información.
La solución propuesta por los educadores hace ya algunos años,
es la capacitación masiva de los individuos en el manejo crítico de
la información. La alfabetización digital proporciona las
herramientas para discriminar entre lo importante y lo accesorio.
Contribuye dentro de la totalidad de la educación a lo que afirma
Umberto Eco, cuando dice que la función de la memoria cultural no es
solo conservar, sino también filtrar.
Frente a nosotros están los filtros básicos: operadores para
refinar las búsquedas que hacemos a través de motores como Google y
su búsqueda avanzada.
La construcción de nuestra Red de Aprendizaje es fundamental
también para ayudarnos a enfrentarnos a la sobreabundancia
informativa. Algo fácil de gestionar a través de las listas en
Twitter.
Los canales
RSS que ofrecen la mayoría de sitios web, especialmente todos
los sistemas gestores de blogs, también nos facilitan el trabajo de
seguir los contenidos de aquellos autores o espacios que más nos
interesan.
Para compartir y socializar toda esa información disponemos de
muchas opciones gratuitas que nos permiten hacer este trabajo de
etiquetado social de manera muy sencilla y para cualquier tipo de
contenido digital, como por ejemplo Delicious o
Diigo. Mediante
estas herramientas trasladamos a la web y los convertimos en
‘marcadores
sociales’, sustituyendo el sistema de clasificación
tradicional de carpetas y subcarpetas, por la clasificación
mediante etiquetas.
Así, cuando se educar a un individuo, dotándolo de criterios
para evaluar el carácter y naturaleza de la información, éste
estará en posición de seleccionarla. El resultado contribuirá
positivamente a su acervo de conocimiento y a su desarrollo
intelectual.
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