miércoles, 29 de enero de 2014

Umberto Eco aconseja, los docentes responden.

Internet, como un mar inconmensurable y en constante crecimiento, nos ofrece una variedad de información que muchas veces puede parecernos abrumadora.
Esta sobrecarga informativa, como la llama Alvin Toffler en Future Shock (1970) se nos expresa como la dificultad para gestionar frente a la abundancia de datos en la web.

Umberto Eco, escritor y semiólogo italiano, se muestra crítico al hablar sobre la sobreabundancia de información en internet. En una entrevista realizada por la revista brasileña Época, expresa: “Todo nace en internet sin jerarquía. La inmensa cantidad de cosas que circula es peor que la falta de información. El exceso de información, provoca amnesia. La información abusiva hace mal. Cuando no nos acordamos lo que aprendemos, quedamos parecidos a los animales.”

De esta forma, Eco, aconseja: “Sería necesario crear una teoría del filtro, una disciplina práctica, basada en la experiencia cotidiana con Internet. Es una sugerencia a las universidades, elaborar una teoría para el filtro del conocimiento, conocer es saber separar

El escritor propone un abordaje académico a esta necesidad de “aprender a seleccionar”.
Su preocupación sobre el carácter y la calidad de la información contenida en internet no es nueva, como tampoco lo es una “teoría de filtro” . La invención de internet significó indudablemente una explosión de información y un verdadero reto para la selección entre la buena y la mala información.

La solución propuesta por los educadores hace ya algunos años, es la capacitación masiva de los individuos en el manejo crítico de la información. La alfabetización digital proporciona las herramientas para discriminar entre lo importante y lo accesorio. Contribuye dentro de la totalidad de la educación a lo que afirma Umberto Eco, cuando dice que la función de la memoria cultural no es solo conservar, sino también filtrar.

Frente a nosotros están los filtros básicos: operadores para refinar las búsquedas que hacemos a través de motores como Google y su búsqueda avanzada.
La construcción de nuestra Red de Aprendizaje es fundamental también para ayudarnos a enfrentarnos a la sobreabundancia informativa. Algo fácil de gestionar a través de las listas en Twitter.
Los canales RSS que ofrecen la mayoría de sitios web, especialmente todos los sistemas gestores de blogs, también nos facilitan el trabajo de seguir los contenidos de aquellos autores o espacios que más nos interesan.
Para compartir y socializar toda esa información disponemos de muchas opciones gratuitas que nos permiten hacer este trabajo de etiquetado social de manera muy sencilla y para cualquier tipo de contenido digital, como por ejemplo Delicious o Diigo. Mediante estas herramientas trasladamos a la web y los convertimos en ‘marcadores sociales’, sustituyendo el sistema de clasificación tradicional de carpetas y subcarpetas, por la clasificación mediante etiquetas.

Así, cuando se educar a un individuo, dotándolo de criterios para evaluar el carácter y naturaleza de la información, éste estará en posición de seleccionarla. El resultado contribuirá positivamente a su acervo de conocimiento y a su desarrollo intelectual.



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